viernes, 8 de mayo de 2009

MODIGLIANI: EL ARTISTA "MALDITO"


Amedeo Modigliani (1884-1920) encarna, como ningún otro artista, el mito del pintor bohemio consumido por el alcohol, las drogas y todo tipo de excesos, falto de recursos económicos y dentro de la atmósfera del París de principios del s. XX, centro del mundo artístico de la época. Coincide, en la capital francesa, con Max Jacob, Van Dongen, Picasso, Guillaume Apollinaire, Diego Rivera, Chaim Soutine, Vicente Huidobro…

Al igual que en otros casos -como en el del Jackson Pollock- detrás del artista está la figura de su compañera, discreta, callada, siempre fiel y eclipsada por la fama de su pareja. El caso de la bella Jeanne Hébuterne (1898-1920) es una triste historia de amor con final más que trágico.

Jeanne Hébuterne

Retrato de Jeanne Hébuterne, 1919

Modigliani o “Modi” (apodo con el que era conocido por sus amigos, curiosamente apócope de “maudit”, “maldito” en francés) es un artista que no se somete a ningún movimiento artístico en una época marcada por numerosas tendencias que se empiezan a suceder vertiginosamente. Esta libertad creadora se manifiesta en el escaso reconocimiento de su obra en vida, sólo al final de ella el pintor pudo comprobar cierta apreciación y difusión de sus creaciones. Su estilo está marcado por la atracción de lo “primitivo” (arte africano) y un tratamiento escultórico de sus modelos, influencia directa de la obra de Constantino Brancusi. La mayor parte de la obra pictórica del italiano -ya que también realizó múltiples esculturas- nos presentan unas elegantes y estilizadas figuras (pintó pocos paisajes), retratos muy personales que no sólo representan al personaje sino -a mi juicio- la personalidad del retratado bajo los observadores ojos del pintor.

Autorretrato, 1920

Enfermo de tuberculosis, lo cual no era freno para sus aventuras, e intentando –por consejo de su marchante y amigo Léopold Zborowski – poner en orden su vida, pasa una temporada en Niza con Jeanne (desde marzo de 1918 hasta mayo de 1919). Al regresar a París, se hace patente que la enfermedad empeora considerablemente. Son meses de intensa producción, dedicada a su compañera y a sus amigos. “Composiciones luminosas, de tonalidades claras, colores que juegan en contraste con rojos y azules intensos” (Victoria Soto). El último cuadro del pintor es su único autorretrato conocido, aunque el rostro que pinta no tiene nada que ver con su estado real –próximo a la muerte- podemos intuir en sus ojos licuados el presagio de su próximo final. Modigliani no llega a cumplir su deseo de casarse con la joven Jeanne, ya que fallece de meningitis tuberculosa el 24 de enero de 1920 en el Hospital de la Caridad, al cual lo trasladan sus amigos: el chileno Ortiz de Zárate, Kisling y Zborowski. No había cumplido los treinta y seis años. La noche del día siguiente, un frío domingo invernal, Jeanne –embarazada de nueve meses de su segundo hijo- abrió la ventana de su dormitorio en casa de sus padres y, atormentada por la pérdida de su amado compañero, saltó. Tenía veintidós años.
La última escena de este drama romántico, tuvo lugar en el cementerio de Père-Lachaise el 27 de enero con la inhumación del artista. Acudieron al sepelio todos los personajes de la bohemia de Montmatre y Montparnasse, desfilando en un impresionante cortejo fúnebre por las calles de la ciudad. Diez años más tarde, Emanuelle Modigliani -hermano del pintor- logró convencer a la familia de Jeanne para que descansaran juntos.



Para finalizar os traigo un “tráiler” de la película “Modigliani”, interpretada por Andy García. A mi juicio, un tanto exagerada, en momentos anacrónica y falta de rigor histórico pero, hasta la fecha, creo que es la única dedicada al pintor. Además he encontrado en you tube el mejor momento de la cinta, cuando varios artistas -Picasso incluido- pintan febrilmente para una exposición colectiva...








Victoria Soto "Modigliani, el rostro intemporal". Ed. LIBSA. Madrid, 2008.

1 comentario:

Anónimo dijo...

bien!