miércoles, 30 de diciembre de 2009

LA LLAVE DE GRANADA


Una vez pasados los frenéticos días con los que terminan los trimestres en un Instituto, además de "ponerme al día" con varios asuntos que uno siempre deja para las vacaciones, vuelvo a retomar el blog. Los pasados días 16,17 y 18 de diciembre tuve la suerte de acompañar (junto a mis compañeros Lola y Juan Antonio) a un grupo de chavales de 1º de Bachillerato a visitar el Parque Natural de la Sierra de Grazalema en la bella provincia de Cádiz.


Aunque teníamos previsto realizar varios senderos como la Garganta Verde o el Pinsapar, la lluvia impidió que los visitaramos, quedan pendientes para la próxima vez. De todas formas, sí pudimos realizar parte del programa del viaje como el itinerario por el río Majaceite en El Bosque, donde también pudimos visitar su magnífico Jardín Botánico. Además de realizar actividades en el Aula de la Naturaleza de Grazalema, pudimos conocer varias de las localidades que forman parte de la famosa "ruta de los pueblos blancos" como Ubrique, Benaocaz, Villaluenga del Rosario (famosa por su queso de cabra "payoya"), Grazalema, Benamahoma, El Bosque y Zahara de la Sierra, cuyo misterioso castillo abre la entrada. Aunque os traigo algunas fotografías, os aseguro que no hacen justicia al maravilloso paisaje que tuvimos la ocasión de disfrutar.


Jardín Botánico "El Castillejo". El Bosque.

Ubrique

Benaocaz

Grazalema

De todos los pueblos visitados (os los recomiendo todos), el que más me ha impresionado ha sido Zahara de la Sierra. La carretera de acceso pasa por el muro del pantano que se extiende bajo el risco donde se levanta la población. Me recordó a "Tintín y la Isla Negra". El cielo nublado le confiere un misterioso encanto. El objetivo de la visita era ver los restos de la fortaleza nazarí que corona la villa. Se puede uno imaginar -sin complicaciones- los problemas que tuvieron los castellanos para conquistar la plaza.
Según cuenta la Historia, cuando Don Rodrigo Ponce de León, Marqués de Cádiz, toma la fortaleza de Zahara de la Sierra en 1483, sus muy católicas majestades -Isabel y Fernando- ya tenían en mente intensificar la conquista del último reino musulmán español. Pronto, Al-Andalus sería un doloroso recuerdo para los nazaríes que se fueron y para los moriscos que se quedaron. Se quedaron hasta que los nuevos soberanos (Felipe III) decidieron expulsarlos y, con ellos, se consumó una de las mayores pérdidas culturales de la historia de España.

Aunque existen vestigios arqueológicos sobre asentamientos en Zahara antes de la época andalusí, la primera noticia documentada de su existencia data del siglo XIII, más concretamente de 1282. Dada la importancia de la fortaleza, unido a su carácter fronterizo y a su seguridad, el rey castellano Alfonso X "El Sabio" se entrevista con el sultán marroquí Aben Yusef a quien le pide ayuda para combatir a su hijo, el futuro Sancho IV, que se había sublevado. El sultán accedió y la rebelión fue sofocada, una muestra más de que no siempre las relaciones entre cristianos y musulmanes fueron hostiles.


La primera conquista del castillo por los castellanos se realiza en 1407. En 1481 es reconquistado por los musulmanes hasta que, un par de años más tarde, pasara definitivamente a manos castellanas allanándose el camino hasta la mítica ciudad de la Alhambra. La toma del castillo tiene su propia leyenda: los moradores del castillo lanzaban piedras por la noche al precipicio. Si volaban las palomas, no había peligro. Sabedores de esta circunstancia, los castellanos se situaron en el fondo y cuando cayeron las piedras soltaron palomas torcaces tomando desprevenidos a los centinelas musulmanes... después de una buena escalada.


Interior de la Torre del Homenaje, última línea de defensa de la fortaleza.


Dos vistas desde el castillo


La preciosa Iglesia de Santa María, bello ejemplo del barroco andaluz.

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