lunes, 2 de marzo de 2009

DAVID MACAULAY


No recuerdo cuándo comencé a dibujar, todos dibujamos de pequeños. Al principio son garabatos, que -con el paso del tiempo- se van convirtiendo en formas reconocibles. De lo que sí me acuerdo es del día en que me regalaron éste libro ilustrado, y de lo que me ha influido. Tenía doce años y no he dejado de leerlo, mirarlo, remirarlo, observarlo, copiar sus dibujos... en estos 25 años.

"El Rascacielos" (Unbuilding, título original que se podría traducir por "demolición" o "deconstrucción"), es un relato dirigido a un público juvenil y comienza contando la historia de un edificio singular, el Empire State Building de Nueva York. Sigue con una fábula sobre la compra del rascacielos por una importante petrolera, la cual proyecta su traslado al Golfo Pérsico. El edificio nunca llegará, ya que el barco que lo transporta, naufragará durante la travesía. La parte más importante de la historia está narrada gracias a magníficos dibujos donde, Macaulay, va desmontando poco a poco el rascacielos bajo la mirada de una ciudad progresivamente indiferente. La fábula tiene su moraleja, que ilustra la dedicatoria de la primera página: "Para aquellos de nosotros que no siempre apreciamos las cosas hasta que se han ido".

Hasta hace poco, éste era el único libro que tenía de Macaulay. Desde que no descubrí la posibilidad de adquirir libros por Internet, no he podido ver más libros de Macaulay. Mi preferido es, sin duda, "Catedral": en un apacible pueblo francés del s.XIII se proponen la construcción del templo más alto, grande y bello de toda Francia. Los dibujos no tienen desperdicio.



Os he rescatado un dibujo de cuando leí el libro del rascacielos, ya tiene un cuarto de siglo (...).

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