domingo, 26 de abril de 2009

LA JUSTICIA DEL TIEMPO



Hoy se cumplen 72 años del bombardeo de Guernica. El atroz ataque –a un objetivo militar secundario- se saldó con alrededor de 300 muertos (la cifra sigue siendo objeto de controversia al igual que la de los heridos). La cruel intervención de la aviación alemana, aliada de los sublevados en la guerra civil, despertó la indignación -más bien repugnancia- de numerosas personas. Aún hoy nos sobrecoge, sobre todo al leer las publicaciones del bando “nacional” aparecidas en prensa en los días posteriores al bombardeo. Hace poco, visitando la Biblioteca Virtual de Prensa Histórica (http://prensahistorica.mcu.es/es/estaticos/contenido.cmd?pagina=estaticos/presentacion) encontré este artículo, no recomendado si se padece del estómago:

Azul : órgano de la Falange Española de las J.O.N.S.
Año II Número 180 (29/04/1937)

Queremos decirle al mundo muy alto y muy claro unas palabras sobre el incendio de Guernica. Guernica está destruida por el incendio y la gasolina. La han incendiado y la han convertido en ruinas las hordas rojas al servicio criminal de Aguirre, presidente de la república de Euskadi.El incendio se produjo ayer y Aguirre ha lanzado la mentira -infame- porque es delincuente común, de atribuir a la heroica y noble aviación de nuestro Ejército Nacional, ese crimen. Se puede probar en todo momento que la aviación nacional no voló a causa de la niebla, ni sobre Guernica, ni sobre ningún otro punto de Vizcaya.
Hoy si ha volado la aviación Nacional sobre Guernica. Ha volado y ha tomado fotografías del incendio de Guernica, que aparece casi totalmente destruida. Aguirre se ha sentido diabólico y ha preparado un alarde de histrionismo repugnante: la destrucción de Guernica, para endosarla al adversario y buscar un movimiento de indignación en los vascos que, vencidos y desmoralizados, no pueden ya reaccionar en el caso de que puedan reaccionar todavía, sino a merced a una gran convulsión de este género.
Si el árbol santo de Guernica ha perecido en la hecatombe, es Aguirre y los suyos quienes lo han hecho perecer. Ya hemos dicho que nuestra aviación no pudo producir ese incendio, porque no voló; además hay testigos del incendio de Guernica por los rojos, testigos de su labor con la tea incendiaria y con el petróleo. Muy pronto quedará en nuestro poder esta villa, e invitamos al mundo a que vaya con nosotros a contemplar sus ruinas. Allí se probará de manera indudable, ante los periodistas extranjeros, que la destrucción de Guernica no pudo ser provocada con bombas incendiarias, que su destrucción es la obra de los que quemaron Irún, Éibar, de los que dejan siempre una España espectral a sus espaldas. Aguirre acaba de intentar la más trágica y despreciable de las farsas. Ha quemado, ha destruido Guernica. La Ciudad Santa de los vascos. Dentro de poco no le quedará al mundo duda alguna, pero además de las pruebas que se han aportado ya a la vista del mundo, la España reconquistada por Franco, serena, tranquila, libre, feliz, junto al Ejército Nacional que vence al enemigo y reconstruye su patria, mientras las hordas rojas asesinan, martirizan, incendian, destruyen, llevan el caos por todas partes. Los vascos y el mundo entero, deben saber que Aguirre ha quemado Guernica. No hay más verdad que esta, que es la única verdad.

http://prensahistorica.mcu.es/es/catalogo_imagenes/grupo.cmd?posicion=1&path=2013441&recorte.x=92&presentacion=pagina&recorte.y=74

El artículo, que no tiene desperdicio, pone “los pelos de punta” y presagia lo que será el futuro de esa España “serena, tranquila, libre, feliz”. Una auténtica broma macabra parecida al nombre oficial de la “Alemania del Este”: República Democrática Alemana… Curiosamente, fue el mariscal Göring quien reconoció el ataque en el juicio de Núremberg.

-ooOoo-

La República Española había encargado a Pablo Picasso un gran mural que expresara la barbarie de la guerra civil para el Pabellón español en la Exposición Universal de París, que se preparaba para ese mismo año de 1937. El horror del bombardeo impresionó a un Picasso que buscaba inspiración para la obra. En un mes estuvo listo el mural, el cual se expuso al público el 4 de junio. La obra despertó gran interés y admiración desde el primer día. Una vez finalizada la muestra parisina, el cuadro viaja a Oslo y Londres para ser finalmente depositado en el MoMA de Nueva York, donde se formaliza el depósito en 1953. Bien cierto es que Picasso cobró 100. 000 pesetas de la época por su obra, pero el pintor no reconocía a la Dictadura franquista como legítima heredera del gobierno republicano, de tal manera que el Guernica no vino a España una vez concluida la contienda. Picasso puso condiciones para que el cuadro viniera: el Guernica no viajaría hasta que los representantes del pueblo español fueran elegidos democráticamente bajo un régimen republicano, y se ubicaría en el Museo del Prado, dirección del cual le fue otorgada por el gobierno republicano aunque, Picasso, nunca llegó a tomar posesión del cargo.
Desde 1968, el propio Franco quiso hacerse con el Guernica -¿quizás por tener cerca una de sus mayores atrocidades?- a través de Carrero Blanco inició las negociaciones con los estadounidenses, siempre con la misma respuesta: “no”. Finalmente, y después de superar todo tipo de problemas (políticos, de ubicación del cuadro, con los herederos de Picasso…), el ministro de la UCD, Íñigo Cavero –en 1981- se hace cargo del cuadro en una íntima ceremonia celebrada en el MoMA, de la cual nos queda la expresiva frase de despedida de The New York Times: “Sentimos no haber tenido la oportunidad de decirle adiós. El Guernica nunca fue nuestro, pero para muchos era un tesoro nacional”. El 10 de septiembre de 1981, el Boeing 747 “Lope de Vega” aterrizaba en el aeropuerto de Barajas a las 7:45 horas. Su principal pasajero era un rollo y cinco cajas que contenían un lienzo y 63 bocetos: el Guernica, la magistral obra de un pintor expresando los horrores de la guerra, un símbolo universal de la paz.




La primera vez que pude ver el cuadro, a mediados de los 80, lo protegía una gruesa mampara de vidrio blindado (tal y como aparece en el vídeo anterior) y lo custodiaban dos guardias civiles metralleta en mano. Hoy podemos admirarlo sin esas protecciones, síntoma de que –afortunadamente- vivimos otros tiempos.


En 2001 nuestro Instituto conmemoró el vigésimo aniversario de la llegada del Guernica, con una exposición que contaba con una interpretación a color del cuadro casi a escala natural –que todavía sigue colgado en nuestro Salón de Actos y encabeza ésta entrada- además de trabajos de los chavales sobre los personajes del cuadro y paneles explicativos sobre su interpretación y contexto histórico. Los textos fueron redactados por mi gran amigo –y profesor de historia- Javier Herreros de Tejada. Os los reproduzco por su claridad y rigor histórico, conjuntamente con los trabajos expuestos.
El primer panel exponía los hechos atroces que propiciaron la ejecución de la obra:


El lunes 26 de abril de 1937,a las 16.30 horas, se iniciaba el bombardeo de la Legión Cóndor (aviación alemana) contra la pequeña localidad vizcaína de Guernica, de apenas 7.000 habitantes, que ha quedado como símbolo de la barbarie humana del S.XX.
A continuación reproducimos el artículo publicado en el periódico británico The Times: "Guernica, la ciudad más antigua de los vascos y centro de sus tradiciones culturales, fue completamente destruida ayer por la tarde mediante una serie de incursiones aéreas de los insurrectos. El bombardeo de esta ciudad, indefensa y muy alejada del frente, requirió exactamente 3 horas 15 minutos, durante las cuales una poderosa flota de aviones consistentes en 3 modelos alemanes, bombarderos Junkers y Heinkel y cazas Heinkel, no cesó de descargar sobre la ciudad bombas de 500 Kg. además de un número de proyectiles incendiarios de aluminio, de 1 Kg. de peso, que se ha calculado en más de 3.000 mientras tanto, los cazas volaban rasantes desde el centro de la población para ametrallar a la población civil que se refugiaba en los campos. Toda Guernica estuvo inmediatamente en llamas".

El texto completo (en inglés):
http://www.timesonline.co.uk/tol/news/world/europe/article709301.ece

Los restantes paneles exponían las interpretaciones de los personajes:

Picasso siempre se negó a esclarecer el significado (iconografía y simbología) de sus 8 personajes-símbolos. Según él, "cada cual debe ver en el cuadro lo que quiera ver".

LA MADRE CON SU HIJO

En esta doble figura se ha visto, por un lado, la maternidad tema relacionado con su época azul y, por otro lado, el infanticidio representado por el niño muerto sobre la falda-matriz, como si se tratara de una Piedad.
En este sentido, Juan Larrea, amigo del pintor relaciona la palabra Madre con la defensa de Madrid que en aquel momento era asediada por las tropas de Franco.
Llama la atención el rostro desgarrado de la mujer, con unos ojos que lagrimean y se vacían saliéndose de las cuentas. El otro componente esencial para la expresión del dolor es la boca, con una lengua-cuchillo, expresión del desgarro y pavoroso grito de una madre. ¿Podría ser la madre España clamando venganza?
El niño es el único personaje muerto del cuadro, con la cabeza colgante y flácida en diálogo con la mano abierta del guerrero, simboliza el asesinato de la inocencia.
Algunos quieren ver una doble imagen surrealista en esta figura: la nariz del niño muerto y sus ojos serían a la vez sus genitales.


LA MUJER CAÍDA EN LLAMAS POR LA VENTANA

Se trata de un cuerpo femenino levitando, consumido y reducido que está huyendo o es expulsado de la puerta de su derecha.
En un dibujo preliminar se agarra a una escalera, herida de muerte y sostiene a un niño exangüe con su brazo izquierdo. Posteriormente, la escalera desapareció en el proceso final y las llamas se hicieron tan esquemáticas que parecen las aletas de un pescado colocadas sobre las enaguas que cubren a la mujer de las axilas para abajo. Escuchamos el crepitar de las llamas, el fuego abrasador de las bombas incendiarias utilizadas por la aviación alemana de la Legión Cóndor.
La figura mantuvo siempre sus brazos en alto, con un gesto patético, que nos recuerda la postura del personaje central de "Los fusilamientos del 3 de mayo" de Goya, simbolizando la brutalidad salvaje sobre los inocentes.
La actitud declamatoria del personaje es la más adecuada para la representación trágica a la que asiste el espectador, en un escenario oscuro.


EL TORO

El toro es un animal mítico desde la antigüedad, que desprende, pese a su apariencia terrible, una fuerza elemental y religiosa. Estrabón ya comparó la Península Ibérica con una piel de toro.
Picasso desde joven tuvo una afición andaluza por las corridas de toros pintando escenas taurinas desde los 8 años de edad.
El minotauro era el símbolo preferido de Picasso de sí mismo, considerándolo su "alter ego", mitad hombre mitad toro. Según el escritor Ramón Gómez de la Serna "Picasso era un torero".
El toro orgulloso y desafiante, erguido, como si no le afectara la tragedia que tiene delante, simboliza aquí al pueblo español al que no podrá sojuzgar la agresión fascista.
El toro ibérico, influencia de la "Tauromaquia" de Goya con su lengua fálica al que nadie le hiere ni alcanza protegiendo a la madre. Es la única realidad indemne de la composición donde todo es destrucción ciega y en la que debería haber sido en circunstancias normales el objeto del sacrificio ritual.
Sin embargo, para el pintor Jerome Seckler el toro simboliza la brutalidad. Frente a esta opinión, en las obras precedentes de Picasso como la "Minotauromaquia", siempre aparece como una fuerza noble y justiciera.


EL CABALLO

Se trata de uno de los tres animales representados en el cuadro y como el anterior, de interpretación ambigua. Aparece alanceado y herido de muerte a punto de caer, coceando la estatua-guerrero, cuyo cuerpo ha hecho desaparecer.
En 1934 en el cuadro "Mujer con vela, combate entre el toro y el caballo" aparece ya la cabeza de caballo de aspecto fálico, elevándose hacia el cielo con su boca abierta para exhalar un último suspiro desgarrador, con un tremendo relincho.
Picasso dijo que representaba al pueblo en convulsa y desgarradora agonía. Sería una yegua símbolo positivo de España, una especie de ave fénix de cuya herida mortal manan las alas de la libertad, según la hipótesis de Juan Antonio Ramírez.
Picasso transmuta el valor simbólico de los mismos elementos y por ello para Juan Larrea representa el franquismo, el monstruo fascista, el feo equino, el enemigo, el antagonista aristocrático del toro- pueblo.


LA PALOMA

Se trata de un pájaro herido, posiblemente una paloma, situado sobre una mesa que vino a sustituir el espacio que antes ocupaba un tajo en un árbol, que representaría el roble de Guernica símbolo de los fueros y libertades del pueblo vasco.
El pájaro aparece, en el estado II (fotografía de Dora Maar), volando con el pico desmesuradamente abierto sobre la mujer en llamas, como si estuviese gravemente herido o anunciase con su chillido la hecatombe a la que asiste. Finalmente, aparece en la mesa entre el toro y la yegua, formando el triángulo animal del cuadro.
En un dibujo de 1936 titulado “Fauno, caballo y ave” la paloma era pisoteada por un feroz y casi demoníaco caballo.
Posteriormente, en 1949, el II Congreso Mundial por la Paz que se celebra en París elige como cartel del congreso una litografía de Picasso, representando una paloma, que se conocerá como "la paloma de la paz".


EL GUERRERO

La inspiración de este personaje se encuentra en un manuscrito francés del Siglo XI, el "Apocalipsis" de la Abadía de Saint-Sever. Picasso utiliza por primera vez esta figura en el ladrón muerto tendido en el suelo del cuadro "La Crucifixión" (1930).
La figura cambió bastante a lo largo de la ejecución de la obra: tras la eliminación de su puño enhiesto, apareció con los brazos extendidos, como un crucificado, cabeza abajo; en el estado VII sufre una gran transmutación para convertirse en un descuartizado: sinécdoque visual de la matanza. Este varón estatua aparecía en la obra "Bodegón con cabeza de escayola" de 1925, aunque con otro significado.
En la escena final del cuadro hizo desaparecer el cuerpo de una bella joven muerta, para eliminar el fácil sentimentalismo. Picasso deseaba que sus obras produjeran emoción en el espectador.
Una mano fuerte y callosa, con poderosos surcos cruzados, como si se tratara de un mapa de la reseca tierra española, en la cual podemos vislumbrar una estrella de 5 puntas.
En la otra mano, en medio del atroz estruendo, surge el silencio de la flor que brota, flor que nace y renace, canto a la esperanza en el futuro.
Algunos han querido ver en la figura del Guerrero a un miliciano de la República Española.


LA MUJER DESPAVORIDA CORRIENDO EN DIAGONAL

Se trata de una figura femenina que entra en la escena corriendo por la derecha, con el trasero al descubierto. Conocemos por el escultor británico Henry Moore la anécdota en la que relata el significado:.... "Picasso nos dijo que allí faltaba algo, se marchó, cogió un rollo de papel y lo pegó en la mano de la mujer, como para decir que había sido sorprendida en el cuarto de baño cuando cayeron las bombas".
En el cuadro final aparece semidesnuda, pero estuvo vestida con un gran trozo de papel estampado a modo de collage, según el estado IV.
Ciertos críticos han visto en la figura un símbolo de Eros avasallado con los freudianos pezones-chupetes, su pequeña vulva sexual y sus mórbidos glúteos.


LA MUJER DE LA VENTANA, CON EL CANDIL

Mujer de rostro "clásico" picassiano en el que se ha querido ver la faz de Marie Thérése Walter, amante y madre de su hija Maya. Picasso atravesaba desde el punto de vista emocional "los peores momentos de su vida". Según sus propias palabras, se encontraba anegado en una notable confusión sentimental (casado con la bailarina Olga Koklova, padre de una hija con Marie Thérése Walter y amante de la fotógrafa-musa de los surrealistas Dora Maar).
Simbolizaría la luz humilde, antigua y popular que da resplandor moral y alumbra la verdad en oposición a la luz tecnológica, representada por la etimología bomba-bombilla bajo cuyo nada inocente resplandor sufren bestias y personas.
Otros críticos han señalado que la tulipa se asemeja a un ojo, con la bombilla en el lugar de la pupila, iconografía tradicional de la mirada divina, repunte blasfematorio muy español del gusto de Picasso.


Para finalizar os traigo un precioso vídeo de you tube: “El Guernica en 3D” :





“El tiempo hace justicia y pone todas las cosas en su sitio”
Voltaire

Entrada dedicada a todas las víctimas causadas, directa o indirectamente, por cualquier guerra. Nada puede justificar una guerra, nada.

3 comentarios:

Unknown dijo...

¿Quién es el autor del vídeo en tres dimensiones? Es curioso, pero , aunque dota a las figuras de mayor volumen,me resulta más efectiva la pintura "plana" del cuadro, es decir, transmite mejor el sufrimiento de las personas y el rechazo total a los efectos de la guerra.

Jorge Quintana dijo...

¡Hola Charo!
Al final del vídeo aparece la autora: Lena Gieseke de la Universidad de Georgia (EEUU) y la música es la "Nana" de Manuel de Falla. Es una visión personal del cuadro, uno de los posibles recorridos visuales, intentando "meterse dentro del cuadro". Estoy de acuerdo contigo en que el original transmite mejor el mensaje, pero cada espectador contempla la obra desde su propia perspectiva. Si te fijas, el recorrido de la autora termina con la flor en la mano mutilada del guerrero -después de pasar por toda la trágica escena-, un rayo de esperanza entre tanta desolación.
Gracias por tu comentario, un besote.

Jorge dijo...

"El roble de Guernica". Letra: Jorge Padula Perkins. Música: Rodrigo Stottuth

El árbol fue testigo de los gritos de espanto;
silencioso testigo de la sangre y el llanto.
El roble que en Guernica enterró sus raíces
y acompañó a la vida en los tiempos felices.

La planta silenciosa soportó los estruendos
y se alumbró en las llamas de los crudos incendios.
Sus ramas se enlutaron con las almas en duelo
y sus hojas sufrieron el temor por los vuelos.

Los pájaros dejaron con pavor su follaje,
mientras la gente corría, buscando resguardarse.
Y después de las bombas, desolación y ruina
y el árbol, conmovido, sosteniendo la vida.

Porque el roble no es solo hojas, ramas y fruto.
Es el símbolo del pueblo; de Guernica atributo.
Emblema libertario de vascos y Vizcaya
que al horror de la guerra contrapone esperanza.

El roble de Guernica. El roble de Guernica.

La versión original de “El roble de Guernica” ha sido cantada por Nery González Artunduaga.

https://youtu.be/gfYiK5lolUE